Desde sus orígenes, Málaga ha sido una ciudad que se ha conformado entorno al Río Guadalmedina con sus pros y contras. A partir de 1983 se ha visto afectada por la sequía del rio, anulando su relación con la ciudad y provocando el abandono de su entorno. Actualmente el Guadalmedina no es ni un río, ni forma parte de la ciudad; es un espacio abandonado que necesita ser repensado para reactivarse.
A lo largo del tiempo se ha ido generando una conciencia social en la que, a través de iniciativas ciudadanas, se intenta dar solución a los problemas existentes. Los propios vecinos son los que se encargaron de impulsar el uso de ésta zona mediante intervenciones creativas. Esto originó un cambio que llegó a ser un tema político. Se pretendía regenerar la zona mediante una serie de concursos. Ninguno de éstos se llevó a cabo, por lo que el Ayuntamiento dejó en manos de la propia ciudad la reactivación del Guadalmedina y sus alrededores. En consecuencia surgieron varios
colectivos como los Decrepit Crew, que se apropiaron del lugar dándole un nuevo uso, en este caso un skate park. Además hay un movimiento de arte urbano latente que se propaga desde el mismo río hasta el Ensanche de Heredia.
El Ensanche de Heredia, actualmente conocido como Barrio de Las Artes SOHO, ha sido hasta el siglo XXI una de las zonas más degradadas de Málaga. A raíz de la colocación del Centro de Arte Contemporáneo en el Barrio, surgió una iniciativa vecinal que, apoyada por el Ayuntamiento, tenía como objetivo transformar la zona en un espacio cultural, comercial y de servicios, atractivo y singular, para el disfrute tanto de la población local como visitante.
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