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Nos ubicamos en pleno centro histórico de Sevilla, concretamente en el barrio de San Luis. El proyecto se basa en el diseño de un conjunto de viviendas, SIPS y una plaza con caracter neurálgico. Para ello se nos proporciona una parcela algo peculiar, tratándose de un adarve conectado a las calles de San Luis y Duque Cornejo. Tenemos, por tanto, una parcela totalmente interior.

Para el diseño de las viviendas se parte de la normativa de VPO, tratando de aprovechar al máximo la superficie que se nos brinda. El principal objetivo es el de conseguir el mayor número de viviendas a  exterior, por lo que la sección acaba siendo fundamental en el proyecto. También se opta por el diseño de una fachada comercial en planta baja, con motivo de dar vida a la plaza, además de dotar al barrio de algo que en parte carece. La tipología dominante debía ser de tres habitaciones, siendo finalmente en el proyecto el 53% del total.

El acceso a las viviendas centrales se produce mediante dos pasajes, coincidentes con los propios patios registrables de las vivienda. Estos están unidos a su vez por un corredor con luz cenital que nos va indicando la entrada a las distintas propiedades. La fachada crea un ritmo mediante un conjunto de volúmenes que sobresalen, resultando ser predecible desde el exterior el número de viviendas de las que consta.

Se ha jugado con las alturas para proporcionar la máxima privacidad de las viviendas, así como con los huecos para ganar la máxima iluminación de las estancias sin llegar a resultar molesta. La orientación de la fachada principal hacia el Norte nos evita de colocar protección, ya que en Sevilla resulta ser la mejor luz.

Con respecto al SIPS, aprovechando la ubicación de la antigua Sala Endanza que aquí se ubicaba, no se veía mejor opción que la de renacerla como un centro de artes escénicas. El edificio consta de una sala de teatro principal, la cual es totalmente adaptable a cualquier tipo de actuación y siendo ampliable gracias a dos salas simétricas ubicadas en sus lados. A su vez la sala es capaz de abrise al exterior, resultando visible el espectáculo desde la propia plaza e incluso por los propios vecinos desde sus viviendas. Las salas cuentan con distintas plataformas elevables que le confieren un alto grado de adaptación en distintas circunstancias.

El centro está organizado en una parte privada y otra pública, con el objetivo de evitar lo máximo posible la mezcla de unas personas con otras, y teniendo por tanto acceso secundario para actores y/o cualquier persona que trabaje aquí. Además se ha optado por dotarlo de una pequeña biblioteca y salas de reuniones y/o proyecciones que puedan estar a disposición de cualquier vecino.

En la planta superior se situan cuatro salas pensadas principalmente para danza o clases de cualquier tipo de arte escénica, siendo posible la unión en una sola sala. Son iluminadas por un patio exterior, también utilizable cuando el tiempo lo permita. En el sótano se ubican los camerinos de los actores, así como los aparcamientos, el almacén y los distintos trasteros destinados a los dueños de las viviendas.